5 de octubre de 2010

Que no me rescaten si es el deslizamiento de tus brazos lo que me sepulta.
No quiero ser hallado si lo que me atrapa bajos los escombros, es el peso de tus cabellos alocados.
Que los perros no olfateen mis restos, si sigo aqui estrecho hacinado con la libertad de tus besos.

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