22 de octubre de 2010

Sentémonos a respirarnos.
Sentenciemos a exilio al aire.
El sudor se hace atmosfera.
Los tejidos de tu blusa se amotinan.       

Sentémonos a mirarnos.
Tiremos bajo la cama las sombras.
Sabe tan bien la luz cuando te toca.
Por los pixeles se fugan las papilas.

Sentémonos a olvidarnos.
Inyectémosle amnesia a los extremos.
Los poros olvidan el camino de regreso.
A las fronteras les tiemblan los límites.


Sin aire, sin sombras, sin memoria.
No mas cielo, no mas infierno.
No mas sentados…
Ahora caídos.
Ahora esparcidos.

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